Massiel espera «transmitir algo bueno para todos en medio de la crisis» con su pregón
El gijonés Luis Canal, amigo íntimo de la artista, afirma que «siempre se sintió asturiana y, además, de Gijón»
Massiel espera «transmitir algo bueno para todos en medio de la crisis» con su pregón.
A la izquierda, Massiel. Luis Canal, al que acompaña Miguel Escalada, en el stand de Onda Gijón en la Feria de Muestras.
Susana F. SERRÁN«Es un honor para mí dar el pregón de las fiestas de Gijón y me siento muy feliz. Además, lo veo como un hecho muy importante en mi vida porque tengo muchos lazos que me unen a esta tierra y a esta ciudad». María de los Ángeles Felisa Santamaría Espinosa, más conocida como Massiel, se mostró con estas palabras encantada de ser la encargada de pronunciar el pregón que inaugurará las fiestas de Begoña. Pese a que la artista ha pasado recientemente, y en varias ocasiones, por el quirófano (se enfrenta a una pérdida de visión en su ojo izquierdo debido a una degeneración macular), esto no le impedirá que mañana se suba a las tablas del escenario de la plaza Mayor de Gijón para emitir el esperado discurso.
Del contenido del pregón poco se conoce, aunque Massiel ha dejado claro que con él intentará «transmitir algo bueno a todos los presentes en medio de esta crisis que estamos viviendo». Asimismo, la artista, señaló que «nos acordaremos en el pregón de gente que, lamentablemente, ha ido falleciendo estos años». Los lazos que unen a esta artista nacida un 2 de agosto de 1947 en Madrid con la «tierrina» son sus progenitores. Su madre, Concepción Espinosa Peñas, era de Gijón; y su padre, Emilio Santamaría, de Oviedo.
La artista espera poder abrazar en este reencuentro con la costa verde a algunas amigas y amigos que tiene en la región. Entre ellos está Luis Canal, conocido desde hace más de veinte años. Gijonés de toda la vida (aunque estuvo viviendo unos años en Barcelona), conoce a Massiel a raíz de la amistad que su esposa Pitusa Sánchez tuvo y tiene con la artista desde que eran pequeñas. Los lazos que los unen son tan fuertes que cuando el matrimonio baja a la capital española se quedan en su casa, y cuando ella sube, también se queda a veces en la suya. Respecto al pregón, Canal afirmó que «ella se siente muy orgullosa de haber sido elegida este año para abrir las fiestas gijonesas. Es una asignatura que tenía pendiente». Además de por sus padres, el cariño de la artista con la región le viene porque siempre siguió veraneando, desde pequeña, en las costas astures. «Ella siempre se siente asturiana, y además, de Gijón. Por eso viene mucho por aquí», afirmó Canal.
Corría el año 1966 cuando la artista grabó las primeras canciones., entre ellas, «Di que no», «No sé porqué», o «Rufo el pescador». Aunque ya era conocida, fue la famoso «La, la, la» la que la lanzó a la fama en el festival de Eurovisión de 1968. Desde entonces, y hasta ahora, mucho tiempo ha pasado, pero esta polifacética artista ha sabido mantener los lazos de amistad con los suyos. «Es muy amiga de sus amigos y en el trato personal es entrañable. Y aunque hace de todo, para mí es más actriz que cantante», afirma Canal. Este gijonés reseñó la cualidad polifacética de la artista de cara a su trabajo. «Ella, de hecho, podría decirse que no se retiró nunca. Su carrera cubre un espectro tan amplio que nunca va a dejar la profesión», comentó Canal.
El periodista y crítico musical Miguel Escalada es otro asturiano que tuvo contacto en varias ocasiones con la artista. Aunque su relación no tiene los tientes de amistad que rodean a la de Canal y su esposa con la cantante, Escalada la entrevistó en varias ocasiones. Su primer encuentro con Massiel tuvo lugar en los años sesenta, en la capital española. Por aquel entonces, dos eran los bares a los que acudían en Madrid los jóvenes interesados en la música, el «JJ» y el «Morrison». Escalada, que actualmente es locutor en «Onda Gijón», tenía un grupo y coincidió con la artista en la primera de las discotecas. Desde entonces, la relación ha avanzado en el campo profesional. «Cada vez que la entrevistaba, ella hablaba y hablaba y hablaba. Es estupenda porque tiene una memoria prodigiosa, de cualquier cosa que le preguntes se acuerda, aunque sea un detalle minúsculo», comentó Escalada.
Respecto a los años de fama de Massiel, el periodista señaló que un hecho que le hizo mucho daño a la artista fue que muchas televisiones hablaron durante años mal de ella. «La televisión, en España, no respeta a muchos artistas de la época. Mientras que en países como Estados Unidos o Francia se le tiene mucho respeto a los músicos, aquí parece que a los tertulianos sólo les importa con quién se acostó fulanito o con quién se dejó de acostar», sentenció Escalada. Pese a ello, el periodista sentenció que «Massiel fue verdaderamente una estrella».
Del contenido del pregón poco se conoce, aunque Massiel ha dejado claro que con él intentará «transmitir algo bueno a todos los presentes en medio de esta crisis que estamos viviendo». Asimismo, la artista, señaló que «nos acordaremos en el pregón de gente que, lamentablemente, ha ido falleciendo estos años». Los lazos que unen a esta artista nacida un 2 de agosto de 1947 en Madrid con la «tierrina» son sus progenitores. Su madre, Concepción Espinosa Peñas, era de Gijón; y su padre, Emilio Santamaría, de Oviedo.
La artista espera poder abrazar en este reencuentro con la costa verde a algunas amigas y amigos que tiene en la región. Entre ellos está Luis Canal, conocido desde hace más de veinte años. Gijonés de toda la vida (aunque estuvo viviendo unos años en Barcelona), conoce a Massiel a raíz de la amistad que su esposa Pitusa Sánchez tuvo y tiene con la artista desde que eran pequeñas. Los lazos que los unen son tan fuertes que cuando el matrimonio baja a la capital española se quedan en su casa, y cuando ella sube, también se queda a veces en la suya. Respecto al pregón, Canal afirmó que «ella se siente muy orgullosa de haber sido elegida este año para abrir las fiestas gijonesas. Es una asignatura que tenía pendiente». Además de por sus padres, el cariño de la artista con la región le viene porque siempre siguió veraneando, desde pequeña, en las costas astures. «Ella siempre se siente asturiana, y además, de Gijón. Por eso viene mucho por aquí», afirmó Canal.
Corría el año 1966 cuando la artista grabó las primeras canciones., entre ellas, «Di que no», «No sé porqué», o «Rufo el pescador». Aunque ya era conocida, fue la famoso «La, la, la» la que la lanzó a la fama en el festival de Eurovisión de 1968. Desde entonces, y hasta ahora, mucho tiempo ha pasado, pero esta polifacética artista ha sabido mantener los lazos de amistad con los suyos. «Es muy amiga de sus amigos y en el trato personal es entrañable. Y aunque hace de todo, para mí es más actriz que cantante», afirma Canal. Este gijonés reseñó la cualidad polifacética de la artista de cara a su trabajo. «Ella, de hecho, podría decirse que no se retiró nunca. Su carrera cubre un espectro tan amplio que nunca va a dejar la profesión», comentó Canal.
El periodista y crítico musical Miguel Escalada es otro asturiano que tuvo contacto en varias ocasiones con la artista. Aunque su relación no tiene los tientes de amistad que rodean a la de Canal y su esposa con la cantante, Escalada la entrevistó en varias ocasiones. Su primer encuentro con Massiel tuvo lugar en los años sesenta, en la capital española. Por aquel entonces, dos eran los bares a los que acudían en Madrid los jóvenes interesados en la música, el «JJ» y el «Morrison». Escalada, que actualmente es locutor en «Onda Gijón», tenía un grupo y coincidió con la artista en la primera de las discotecas. Desde entonces, la relación ha avanzado en el campo profesional. «Cada vez que la entrevistaba, ella hablaba y hablaba y hablaba. Es estupenda porque tiene una memoria prodigiosa, de cualquier cosa que le preguntes se acuerda, aunque sea un detalle minúsculo», comentó Escalada.
Respecto a los años de fama de Massiel, el periodista señaló que un hecho que le hizo mucho daño a la artista fue que muchas televisiones hablaron durante años mal de ella. «La televisión, en España, no respeta a muchos artistas de la época. Mientras que en países como Estados Unidos o Francia se le tiene mucho respeto a los músicos, aquí parece que a los tertulianos sólo les importa con quién se acostó fulanito o con quién se dejó de acostar», sentenció Escalada. Pese a ello, el periodista sentenció que «Massiel fue verdaderamente una estrella».
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